Recuerdo aquel breve artículo que titulé “Me llamo Fanny Crespo, y conocí a Galdós”. Entre autobiografía y añoranzas, una joven cubana contaba en 1917 detalles sobre el día en que conoció a Galdós en "San Quintín", allá por las postrimerías del siglo XIX. Acompañaba al texto una fotografía de Fanny.
Resulta entrañable -al menos para mí-, conocer a personas cercanas a Don Benito que no han tenido ninguna trascendencia en las biografías del escritor. Personas que le apreciaban y admiraban; que le ofrecían regalos cargados de afecto; que compartieron con él un breve instante de sus vidas, como Fanny y muchos otros, o como Olimpia Agosti.
La historia de este nuevo artículo
Durante una llamada telefónica informal, hablando de temas de actualidad y recordando siempre a Galdós, la conversación fue centrándose en la gran cantidad de objetos pertenecientes al escritor, conservados con celo por sus herederos.
Don Benito era coleccionista de todo tipo de objetos; de hecho, dedicó un interesante artículo a los apasionados por el coleccionismo en sus colaboraciones para el diario La Prensa, de Buenos Aires. Fue hacia el año 1893.
«De todas las pasiones inofensivas de nuestra época, la mejor sin duda es el coleccionismo, que en ocasiones resulta de grande utilidad. No sé si en los siglos medios y en el Renacimiento existió la monomanía de las colecciones. Es creíble que sí. Por de pronto, las bibliotecas fruto son de aquella pasión, y fruto preciadísimo; pero no se sabe que existiese quien se pasara la vida juntando objetos de un orden caprichoso».
A su colección particular se suman objetos personales, recuerdos de diversas clases y valiosos regalos recibidos durante su vida. Algunos forman parte del patrimonio de la Casa-Museo Pérez Galdós y de otras instituciones y colecciones privadas.
Yo también soy coleccionista; fundamentalmente por mi condición de investigador, pero también por una rareza: mi interés en mantener vivo el recuerdo de las historias anónimas que guardan los objetos antiguos. Por eso presté mucha atención cuando desde el otro lado del aparato resonó:
«-Olimpia… Olimpia Agosti…»
Ese era el nombre de la autora de un pequeño paisaje pintado al óleo obsequiado a Galdós. Su nombre aparece en la firma de la obra, también grabado en el lujoso marco y en la dedicatoria del reverso.
«Al insigne novelista Pérez Galdós.
Su admiradora y amiga
Olimpia Agosti»
Unas fotografías del cuadro y el año trazado a pincel en la firma eran todo cuanto tenía para dar con el paradero de Olimpia. ¿Quién era? ¿Cuáles sus orígenes? ¿Por qué conocía a Galdós?
A continuación iremos conociendo las respuestas a tantos interrogantes. Podrían simplificarse, pero considero interesante aportar el máximo de información posible para interpretar el universo que pudo rodear a Galdós aquellas tardes estivales en "San Quintín"; momentos en que, quizás, conoció a muchas de las personas que citaré.
La familia Agostí
El apellido se encuentra escrito indistintamente Agostí o Agosti, por lo que utilizaremos el segundo, que es el más habitual y así aparece en la firma.
El Ensayo Histórico Filológico sobre los Apellidos Castellanos, de José Godoy Alcántara (1871), indica que Agostí o Agustí son formas lemosinas de Agustín. El lemosín es un dialecto del occitano o lengua de oc.
Según D. Juan Pablo Calero Delso, la familia era originaria de la región italiana de Piamonte y había llegado a España durante la invasión napoleónica.[1] Sin embargo, existen referencias de la presencia de los Agosti en España desde 1518 como estudiantes del Colegio mayor de San Clemente de los Españoles, fundado en Bolonia en el siglo XIV. En la lista de colegiales publicada en el libro El colegio de Bolonia: centón de noticias relativas a la fundación hispana de San Clemente, de D. Pedro Borrajo y Herrera y D. Hermenegildo Giner de los Ríos (1880), aparecen citados:
«Jacobo Agosti del Castillo, Zaragoza, 18 de Marzo de 1518. Fue profesor de Digesto en 1521. Su padre Juan Agosti, que fue Colegial, llegó a ser Regente de la Chancillería de Zaragoza. A. 12, T. 5º»
Dos grandes ramas sitúan a los Agosti en el Norte de España, principalmente en León y Asturias. También existen referencias de ramas menores en el archipiélago balear, Canarias y Valencia.
El tronco de las dos ramas principales que estudiaremos tiene sus orígenes en Ponferrada y Oviedo, con la alianza de los Agosti con la familia Fernández o Fernández-Alberú.
De esta unión nacerán Rómulo (fallecido en la infancia), Alfredo, César y Olimpia Cándida; todos nacidos en Ponferrada.
Nuestro interés está puesto en los hermanos Olimpia Cándida y César; principalmente en el segundo y su descendencia.
Olimpia, un nombre arraigado en la familia
Por los datos que conoceremos a continuación, es indudable que el nombre se perpetúa en la familia y su arraigo puede estar relacionado con el lugar del que emigraron, posiblemente Olimpia (Torino, Italia).
En la búsqueda de datos que nos llevan a la relación de Olimpia con el cuadro que regala a Galdós, encontramos varias conexiones que ampliarían aún más la cercanía del escritor con la joven y los Agosti. Incluso Cuba tiene gran relevancia en este cruce de datos.
1 – Olimpia Cándida Agosti de Acevedo
Olimpia Cándida había nacido en Ponferrada en 1847 y falleció en León en noviembre de 1893. Estaba casada con el alcarreño Valentín Acevedo Calleja (Uceda, 1849 - Oviedo, 1931). El matrimonio tuvo cinco hijos que citaremos más adelante.
Al parecer, a Olimpia Cándida le gustaba el teatro y poseía grandes dotes para la interpretación; cualidades que compartía con otros artistas del mismo apellido, posiblemente emparentadas con las ramas que nos ocupan.
Un ejemplo es Ricardo Calvo Agostí, quien representó el papel de Rogelio en el estreno de Casandra (1910). Ricardo era hermano de María Calvo Agostí; ambos, hijos y nietos de una importante saga de actores y dramaturgos.
Esta habilidad para la interpretación de Olimpia Cándida queda evidenciada en una noticia del Diario de León del 18 de enero de 1888:
«La Pasionaria, obra maestra, del laureado poeta Leopoldo Cano, fue interpretada después por la Sra. Doña Olimpia Agosti (…) Verdadera actriz la Sra. Agosti. E inspirada siempre que se presenta en el proscenio, hizo una Petrilla llena de sentimiento, entusiasmando al público, hasta el extremo de arrancarle lágrimas y calurosos aplausos».
En el libro Galicia, León y Asturias, de Ramón Álvarez de la Braña (1894), recopilación de artículos del autor, destacan las cartas enviadas al director de El Porvenir de León con motivo del viaje que realizó a León y Coruña para asistir a la inauguración del Ferrocarril galaico en 1883. En la correspondiente al 11 de septiembre, redactada en Ponferrada, Álvarez de la Braña dice:
«El día de mi llegada a esta villa, dieron comienzo las festividades de la patrona Nuestra Señora de la Encina. Como todos los años, hubo fuegos artificiales, globos, corridas de cintas, bailes y funciones de teatro. Las obras dramáticas puestas en escena, fueron desempeñadas con maestría por los aficionados que tomaron parte en ellas, sobresaliendo el Sr. Agosti y la Señora de Acevedo, que estudian como verdaderos artistas los papeles que desempeñan. El teatro estuvo lo que se llama atestado de gente, entre la que vimos familias de León y Astorga».
Este dato es interesante, pues, si bien ya sabemos que Olimpia Cándida (“Señora de Acevedo”) era una excelente actriz, parece que alguno de sus hermanos (“Sr. Agosti”) también tenía buenas dotes para la interpretación.
Valentín Acevedo Calleja
Sería una fantasía por mi parte asociar al marido de Olimpia Cándida con Don Benito Pérez Galdós, pero lo cierto es que Valentín había llegado a Madrid en septiembre de 1861, procedente de Uceda, para estudiar en el Instituto de Noviciado el Bachillerato en Artes, título que obtuvo en 1866. Después se matriculó en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central para recibirse de Bachiller en 1869 y en Licenciado en Ciencias Físicas en el año 1870.
Durante el Sexenio Revolucionario hizo oposiciones para profesor de Enseñanza Secundaria, obteniendo plaza en Ponferrada (1876); más tarde obtuvo cátedra en Vitoria (1881) y al poco tiempo la permutó por la misma en un Instituto de León, donde residirá hasta 1901. Al año siguiente se instalará en Oviedo para cubrir la Cátedra de Matemáticas en el Instituto de Bachillerato, del que fue su subdirector desde 1911 hasta su jubilación en 1919.
Republicano y simpatizante de las ideas krausistas, Valentín saldrá por última vez de su domicilio de la calle Uría el 12 de abril de 1931 para depositar su voto en las elecciones municipales que darían paso a la Segunda República. Fallecerá en junio de ese mismo año.
Los hijos del matrimonio Acevedo Agosti
El matrimonio tuvo cinco hijos: Emma (1878-1967); Esther Olimpia (1880-1970); Alicia (1882-1951); Valentín (1884-1925); y Pilar (1887-?).
La familia residió en León desde 1881 hasta 1901; por consiguiente, las hijas fueron famosas en la sociedad leonesa.
Cuentan que en aquellos tiempos se decía:
«Tres cosas hay en León
que no hay en el mundo entero,
La Catedral, San Isidoro y las hijas de Acevedo».
Cabe destacar la unión de Emma con Rogelio Masip, catedrático del Instituto de Oviedo y diputado provincial. Su hijo, Vicente Masip Acevedo, fue alcalde de Oviedo.
Olimpia contrajo matrimonio con Juan Barthe, alto funcionario de Hacienda y de gran reconocimiento en Oviedo. Una de sus hijas, Emma Barthe y Acevedo, casó con José Tartiere y Alas-Pumariño, II conde de Santa Bárbara de Lugones.
Pilar se casó con José Álvarez-Buylla Godino, abogado y profesor de la Universidad de Oviedo.
Alicia contraerá matrimonio con Esteban Matanzo Pérez, Capitán Juez instructor del regimiento de infantería del Príncipe, de Oviedo.
Importante rama ponferradina y ovetense la de Olimpia Cándida. Ahora conoceremos la de su hermano César: ponferradina, cubana y madrileña.
2 – César Máximo Agosti Fernández
César Máximo había nacido en Ponferrada en 1843 y falleció en Madrid en febrero de 1922. Conocido banquero de la villa y corte, en su juventud se afincó en Cuba. Podemos decir que allí hizo fortuna y regresó a España como tantos indianos.
Ya hemos hablado de su hermana Olimpia Cándida y su familia; ahora dedicaremos un breve espacio a su hermano Alfredo.
Alfredo también había nacido en Ponferrada. Fue un eminente abogado, persona de gran reconocimiento que ostentó el cargo de alcalde constitucional de Ponferrada (1891) y diputado silvelista por la misma localidad (1901). Además, era muy conocido en el ambiente cultural ponferradino por su condición de poeta.
En 1911 había publicado un pequeño librito titulado Ante el castillo de Ponferrada - Nocturno. Uno de sus versos decía:
«Castillo por el tiempo derruido
y por el hombre, que a su vez le ayuda
con el rudo golpear de la piqueta
a hacer escombros sus cuarteados muros,
arrastrado por torpes egoísmos
o de afán destructor, que nadie explica».[2]
Ya tenía publicados otros libros de poemas, entre ellos, Con motivo de la coronación de la Virgen de la Encina, Patrona del Bierzo (1908).
«Yo sé bien que los pueblos a veces
pensando en lo eterno
a los cielos dirigen sus ojos
y conocen de Dios el imperio:
pero sé que los cielos responden
tan sólo a los pueblos
que han sabido cumplir sus deberes
y han sabido ejercer sus derechos».
En 1912 se publicará Poco o nada, obra que incluye los ya citados y otros versos, como Con motivo de los terremotos de Messina; Las almas de los dos; Yo quisiera…; Epicúrea, entre otros.
Alfredo falleció en Ponferrada en 1931. Una calle de esa localidad lleva su nombre.
Sin lugar a duda, los hermanos Agosti eran cultos, de familias acomodadas y bien relacionadas con la alta sociedad. Tanto en los periódicos leoneses como santanderinos y ovetenses, quedaba plasmada su activa participación social, no sólo en fiestas y celebraciones, sino también como benefactores de los más necesitados.
Volvemos al afamado banquero César Máximo.
Este ponferradino contrajo matrimonio en Cuba con Elena Regia García-Vieta, joven de la burguesía cubana. Fruto de esta unión nacerán seis hijos, uno de ellos fallecido a los tres días de nacer.
Elena Regia García-Vieta
Elena había nacido en San Juan de los Remedios, Santa Clara, Cuba, en octubre de 1857 y falleció en Madrid en marzo de 1940.
Era hija del asturiano José Antonio García y García, nacido en 1825 en Villaviciosa, y de Elena Amalia Josefa Vieta Esquerra (San Juan de los Remedios, Santa Clara, Cuba (1827 – 1890). Esta señora era hija de Mariano Salvador Félix Vieta y Sastre, nacido en Barcelona en 1795 y de Josefa María Esquerra Pérez, nacida en San Juan de los Remedios, Santa Clara, Cuba, en 1798.
Tanto José Antonio como Elena Amalia fallecieron en Cuba.
Los hijos del matrimonio Agosti García-Vieta
Elena Regia tenía hijos de un matrimonio anterior. Los hijos del matrimonio Agosti García-Vieta serán:
- Concepción Olimpia (La Habana, Cuba, 8 de diciembre de 1875 – ?). Olimpia contrajo matrimonio con Jaime Losada, al parecer odontólogo o practicante de Puebla de Sanabria (Zamora).
Según los datos genealógicos conocidos, fruto de esta unión fue Carlos Losada Agosti (1901 – 1980 aprox.). Quizás también -y es casi indiscutible por tradición familiar- Olimpia Losada, quien aparece en una noticia de La Voz de Asturias del 25 de diciembre de 1924 como intérprete del papel de Fausta, personaje del juguete cómico El Goya, de Muñoz Seca y Pérez Fernández. La obra se había representado el día 21 en el Teatro Victoria, de Tineo, a beneficio del Sodado Mutilado.
La Casa-Museo Pérez Galdós conserva dos cartas de Olimpia dirigidas a Don Benito en 1915.
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Carta de Olimpia de Losada (nacida Agosti). Timbrada el 10 de febrero de 1915 [3]
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- Elena (La Habana, Cuba, 14 de enero de 1879 – ?).
- Julio (La Habana, Cuba, 2 de septiembre de 1884 – ?). Fue Delegado de la Compañía Arrendataria de Petróleos, en Almería (1930). Contrajo matrimonio con Elena Romero y Ortigosa en la Capilla de San Roque (El Sardinero) en octubre de 1908.
- Arturo (Madrid, 25 de octubre de 1887 – 1960). Alto funcionario del Banco Hispano Americano de Torrelavega (Cantabria). Del matrimonio con María Antonia Moreno-Elorza Comas nacerán tres hijos: María Antonia (1919 – 2000), César (1920 - ?), Arturo (1922 – 2002) y José Antonio (1929 - ?). Las conocidas dotes de interpretación de los Agosti surgen una vez más con el hijo de Arturo, el conocido actor
Carlos (Arturo) Agostí.
- María Digna de las Mercedes (Madrid, 22 de septiembre de 1888 – ?).
- Justo (o Fausto) Federico (Madrid, 21 de julio de 1899 – Falleció a los tres días de nacer).
Con estos datos se completa toda la información recopilada sobre la familia Agosti y las dos ramas principales.
Como hemos visto, parte de la descendencia de César Agosti había nacido en La Habana. A finales de la década de los 80 del siglo XIX, la familia regresará a España y se afincará en Madrid. Pasarán los meses de verano en Santander, en el hotelito llamado “Villa Elena”, en La Magdalena, cercano a la finca “San Quintín”, propiedad de Benito Pérez Galdós.
“Villa Elena”: un acercamiento a Olimpia y Galdós
En una entrevista a Manuel Rubín publicada en El Progreso (Tenerife) de 1928, le preguntan sobre los vecinos de Galdós en San Quintín. Rubín responde:
«Con los escasos vecinos que había entonces en el Paseo y entre los de más relación, recuerdo a don César Agostí y a don Leandro Alvear».
Lamentablemente, no he localizado fotografías del hotelito “Villa Elena”, propiedad de César Máximo Agosti Fernández; pero sí conocemos algunos datos.
El terreno tenía una superficie aproximada de 2000 m2, parte de la cual ocupaba la vivienda y el resto correspondía a jardín, huerta, lavadero, casa del guarda y otros accesorios de la finca.
Lindaba al Norte o frente con el Paseo de Pérez Galdós; a espaldas o Sur, con terreno segregado de la finca que había sido vendido a Carlos Quintana Trueba; entrando, al Oeste, con la finca “Petit Chalet”, de José Álvarez-Buylla (yerno de la hermana de César) y otra de Carlos Quintana, y al Este con el “Chalet Miramar”, de José Yllera, y Paseo de Pelayo.
Las fotos conocidas de las vistas del palacio de La Magdalena desde el hotelito de Galdós, y la general de la playa y península, nos muestran la fisonomía de la zona hacia 1915. Si aplicamos sobre el
mapa 3D de Google los datos de ubicación de “Villa Elena” a partir de los lindes, comprobamos la cercanía con “San Quintín”.
Olimpia Agosti, la autora del cuadro
Ya sabemos que César tenía una hermana y una sobrina llamadas Olimpia. También una hija que llevaba por nombre el de Concepción Olimpia. Esta joven es la autora del cuadro paisajista dedicado a Galdós.
Sabemos que algunos de los miembros de la familia Agosti eran artistas de teatro aficionados, también lo era Olimpia Agosti García.
A partir de 1893 aparecen en la prensa noticias sobre esta joven, principalmente en periódicos de Santander y casi siempre del mes de agosto. La familia de César Agostí, afincada en Madrid, viajaba todos los veranos a Santander.
«Ayer, con motivo de ser los días de la distinguida señora de Agosti, varias familias de la localidad y de la colonia veraniega pasaron un agradabilísimo rato en la linda, cómoda y agradable morada de nuestro amigo César [Agostí]. Celebróse allí una fiesta divertidísima, una velada teatral muy bien preparada. (…) Con los jóvenes citados hicieron las delicias de la concurrencia, interpretando muy bien las obritas representadas, la hermosa joven Olimpia Agosti y la bella señorita Justina Saravaque».
La Atalaya. Santander, 19 de agosto de 1893.
La relación de Galdós con los Agostí queda refrendada en esta noticia. Además, se hace visible el interés del escritor por el arte interpretativo de Olimpia.
«Teatro Elena. – Ayer, con motivo de celebrarse los días de la señora Agostí, se inauguró el lindo teatrito construido por varios jóvenes veraneantes en la posesión que la amable festejada ocupa en la Magdalena. (…) Juan Corona, excelente violinista, y un aventajado discípulo del señor Larrea, acompañándolo al piano, cerraron la parte musical y dejaron paso al verdadero acontecimiento: la representación de “Los Hugonotes”.
Resultó esta inmejorable por todos conceptos: Olimpia Agostí, guapísima y hecha una mujer dominante (…) La ejecución esmeradísima, inmejorable. Olimpia Agosti encontrando efectos donde las mejores actrices no los han visto, y todos los demás cooperando al buen éxito que se esperaba.
Baste decir que el ilustre Benito Pérez Galdós fue el primero en felicitarles con entusiasmo, y aun pareció animado a dar un monólogo original e inédito para otra función.
Terminada la de ayer, fueron pasando los espectadores al buffet, espléndidamente servido, como corresponde al buen gusto de los señores Agostí».
El Atlántico. Santander, 19 de agosto de 1894.
Que las noticias coincidan en día, pero de años diferentes, tiene que ver con la celebración del día de Santa Elena, en honor de la madre de Olimpia.
«Buen ejemplo de ello ha sido la fiesta celebrada el día de Santa Elena, nombre de la señora de la casa, en el magnífico chalet del acaudalado propietario don César Agostí. (…) ».
Olimpia tenía 18 años en 1893. Don Benito, ya cumplidos los 50, no hacía mucho que había estrenado su hotelito santanderino.
¿Compartiría Olimpia los momentos en que Galdós se dedicaba a pintar? ¿Sería el cuadro una muestra de agradecimiento por las enseñanzas recibidas del novelista? ¿Le admiraba como a un padre? Recordemos que César Agosti tenía la misma edad que Don Benito.
Surgen otra vez los interrogantes. Preguntas difíciles de responder y que forman parte de las historias anónimas guardadas en objetos antiguos.
En memoria de Olimpia Agosti García.
Eduardo Valero García
Bibliografía y Cibergrafía |
[3] Carta de Olimpia a Pérez Galdós. Casa-Museo Pérez Galdós.
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.
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